Siempre queremos más

Por qué el ser humano vive quejandose, angustiado, ansioso, preocupado, de mal humor...?

Nunca logramos contentarnos con lo que tenemos. Nunca logra ser suficiente el hoy. Siempre vamos a mirar qué nos falta, qué no tenemos, qué podríamos tener (nuestra posición económica podría ser mejor al igual que nuestra estética, nuestras comodidades, viajes, ropa, tecnología...). "Vanidad de vanidades", como tan bien lo caracterizó Salomón.
No solo eso, sino que a veces pensamos que podríamos tener más o mejores amigos.
Queremos tener el control de lo material y hasta de otros semejantes nuestros!

La respuesta al primer interrogante se hace clara. Nos afanamos cuando nos posicionamos en el lugar que le corresponde a Dios, creyendo saber mejor que Él nuestro propio bien. Nos afanamos cuando nuestros ojos están demasiado sobre nosotros mismos y sobre las cosas perecederas de esta tierra.

Si pudiesemos entregar cada día el volante de nuestras vidas a Dios, aprenderíamos a descansar en Él.
Si pudiesemos mirar más allá de lo que el hombre mira, seriamos verdaderamente libres en Su libertad.
Si pudiesemos privilegiar el servir a otro y querer cambiar para beneficio de mi prójimo, entenderíamos un poco más sobre Su amor.

La clave está en correr la mirada de nuestro "yo" con sus vanos y falsos placeres, para aprender a amar como Él nos ama.

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