Hijo de Dios

Hace poco vi la pelicula "Son of God." Les adjunto el trailer porque es muy recomendable: 

Mirarla no solo me recordó de manera gráfica qué es lo que celebramos en Pascua, sino que me llevó a las siguientes reflexiones:

-Al ver el enorme sacrificio que Jesús hizo por nosotros, sentí que yo era una de esos fariseos que lo escupían, uno de esos clavos que lo sostenían y hasta la misma corona de espinas. Ese era MI lugar; yo debería haber sido molida por mis rebeliones, no Él: justo y santo como ninguno. Luego de llegar a esta confrontación conmigo misma, a esta convicción de pecados pensé: cuando uno peca conscientemente no tiene plena revelación de la Cruz. Necesitamos pedirle al Espíritu Santo discernimiento para AMAR la Cruz. No hagamos vana su obra en la Cruz.

Pablo sintetiza muy bien en Gálatas 6:14 este sentir que debemos hacer nuestro: 
"Debido a esa cruz, mi interés por este mundo fue crucificado y el interés del mundo por mí también ha muerto." 

-Al terminar la película, habiendo resucitado de los muertos, Jesús anuncia que está preparando moradas eternas en en el cielo para todos nosotros: un lugar a donde no va a haber llanto ni dolor ni sufrimiento. Y muy compunjida pensé: puede mi sufrimiento ser confortado por el Jesús que fue humillado hasta lo sumo por mi? He sufrido lo suficiente por el Reino de Dios? Mi sufrimiento no es ni siquiera comparable a la ofrenda de amor que Jesús hizo en esa cruz. Necesitamos padecer más. Como seres humanos siempre buscamos nuestra comodidad, nuestra seguridad, nuestro bien. Necesitamos posponer nuestras satisfacciones egoístas para ponernos en la brecha del Reino celestial y estar dispuestos a morir a nuestros placeres por Él.
 
Gracias Espíritu Santo por traernos revelación cuándo y dónde vos lo disponés (hasta en un cine!). Sigamos estando atentos para poder diferenciar entre meros razonamientos humanos de la revelación celestial proveniente unicamente de Él.

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