Dios es bueno. Confiá.

-¡Rendí bien el examen! 
-Dios es bueno.

-¡Salió bien el estudio médico!
-Dios es bueno.

-¡Pudimos comprarlo! 
-Dios es bueno.

-¡Nació bien!
-Dios es bueno.

-¡Sí, lo pagamos a tiempo!
-Dios es bueno.

-Mi hermano consiguió trabajo.
-Dios es bueno. 

__

-El estudio dio mal...
-Uh, garrón.

-Me echaron del trabajo.
-¡No te puedo creer!

-No estamos llegando a fin de mes.
-Estamos todos iguales...

-Falleció.
-Lo siento. No se qué decirte.

__

¿Cuándo llegará el momento en que nuestra madurez espiritual sea tal que logremos responder un "Dios es bueno" aun en situaciones no favorables? Dios fue, es y seguirá siendo bueno aunque nuestras condiciones de vida sean adversas. Jesús, estando a punto de pasar su mayor dolor físico, se apartó en Getsemaní y cuenta el relato bíblico que "estando en agonía, oraba más intensamente". Nunca cesó su comunicación con el Padre celestial, al contrario, la intensificó, se rindió, confió, se entregó...

Sin dudas se hace muy difícil reconocer la bondad de Dios en los momentos de sufrimiento. Sin embargo, comencé a comprender que cuánto más reconozcamos su soberanía aun en momentos de dolor, más fácil se nos hará decir "Dios es bueno" aun cuando las cosas no salgan como esperábamos o como es justo. ¿Dios es quién manda ese sufrimiento? Lo único que se es que Dios nunca me suelta de la mano cuando paso por un valle oscuro; lo único que se es que Dios sigue siendo bueno y amoroso aunque yo no siempre le devuelva fidelidad; lo único que se es que Jesús nos dijo que en este mundo ibamos a tener aflicciones, pero que teníamos que confiar porque Él ya había vencido al mundo. 

Confiá. 
Esa fue la instrucción de Jesús. 
Dios es bueno. Confiá. 
Dios fue bueno. Confiá. 
Dios seguirá siendo bueno. Confiá. 

Entradas populares