¿Vlientes-dependientes? o ¿miedosos-independientes?


Es un poco contradictorio el título ya que normalmente se suele asociar al valiente con:
·         alguien que avanza
·         que tiene sus ideales y convicciones
·         a quien nadie lo mueve de donde está parado y a dónde quiere ir
·         quien sabe hacia dónde va.
·         Alguien totalmente INDEPENDIENTE.
Y por el contrario, a los temerosos se los considera como:
·         Dependientes de la sociedad
·         De las corrientes, a ver a dónde lo arrastran
·         Dependiente de las modas, del qué dirán…

PERO en el Reino de Dios todo es locura. Dos más dos no es siempre cuatro. El que piensa estar haciendo todo bien y teniendo el control de todo, resulta que no necesariamente va a alcanzar los objetivos que se propuso. Y el que hace las cosas mal, no necesariamente va a recibir mal por mal en el Reino de Dios.

Por eso, hoy vamos a entender este título y después escoger qué lugar tomar: dependientes o independientes.

Leamos juntos la historia de Lot que está en Génesis 19:1-29. Pero antes quiero contextualizarnos. De acuerdo a Génesis 13:5-13:
·         Lot vivía con Abram, su tío, en una tierra muy rica, ambos tenían mucho ganado, estaban bien, cómodos.
·         Sin embargo, surgieron contiendas entre los que cuidaban las riquezas de Lot con aquellos que cuidaban las riquezas de Abram.
·         Entonces, Abram le dijo a Lot: “no permitamos que este conflicto se entrometa entre nosotros… somos parientes. Toda la tierra está a tu disposición. Elegí la parte que te guste y yo me quedaré con la otra parte”.
·         Se separaron y Lot con sus ganados y criados se fue a vivir a Sodoma: donde la gente era malvada y pecaba contra Dios.
·         Llegaron clamores a Dios por la ciudad de Sodoma porque la gente no paraba de pecar contra Dios. Abram velaba por la vida de su sobrino, de la esposa de su sobrino, de las hijas y prometidos de las hijas.
·         Entonces Dios decidió enviar dos ángeles a la ciudad de residencia de Lot para ver cuán cierto era que la gente no paraba de pecar contra él.

Gen 19:1-29:
Al anochecer, los dos ángeles llegaron a la entrada de la ciudad de Sodoma. Lot estaba allí sentado y, cuando los vio, se puso de pie para recibirlos. Entonces les dio la bienvenida y se inclinó rostro en tierra.

2 —Señores míos —dijo él—, vengan a mi casa para lavarse los pies, y sean mis huéspedes esta noche. Entonces mañana podrán levantarse temprano y seguir su camino.

—Oh, no —respondieron ellos—. Pasaremos la noche aquí, en la plaza de la ciudad.

3 Pero Lot insistió, y finalmente ellos fueron con él a su casa. Lot preparó un banquete para ellos, con pan sin levadura recién horneado, y ellos comieron; 4 pero antes de que se fueran a dormir, todos los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como mayores, llegaron de todas partes de la ciudad y rodearon la casa. 5 Y le gritaron a Lot:

—¿Dónde están los hombres que llegaron para pasar la noche contigo? ¡Haz que salgan para que podamos tener sexo con ellos!

6 Entonces Lot salió de la casa para hablar con ellos y cerró la puerta detrás de sí.

7 —Por favor, hermanos míos —suplicó—, no hagan una cosa tan perversa. 8 Miren, tengo dos hijas vírgenes. Déjenme traerlas, y podrán hacer con ellas lo que quieran. Pero les ruego que dejen en paz a estos hombres, porque son mis huéspedes y están bajo mi protección.

9 —¡Hazte a un lado! —gritaron ellos—. Este tipo llegó a la ciudad como forastero, ¡y ahora actúa como si fuera nuestro juez! ¡Te trataremos mucho peor que a esos hombres!

Y se lanzaron contra Lot para tirar la puerta abajo.

10 Pero los dos ángeles extendieron la mano, metieron a Lot dentro de la casa y pusieron el cerrojo a la puerta. 11 Luego dejaron ciegos a todos los hombres que estaban en la puerta de la casa, tanto jóvenes como mayores, los cuales abandonaron su intento de entrar.

12 Mientras tanto, los ángeles le preguntaron a Lot:

—¿Tienes otros familiares en esta ciudad? Sácalos de aquí, a tus yernos, hijos, hijas o cualquier otro, 13 porque estamos a punto de destruir este lugar por completo. El clamor contra esta ciudad es tan grande que ha llegado hasta el Señor, y él nos ha enviado para destruirla.

14 Entonces Lot salió con prisa a contarles a los prometidos de sus hijas: «¡Rápido, salgan de la ciudad! El Señor está a punto de destruirla»; pero los jóvenes pensaron que lo decía en broma.

15 Al amanecer de la mañana siguiente, los ángeles insistieron:

—Apresúrate —le dijeron a Lot—. Toma a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí. ¡Vete ahora mismo, o serás arrastrado en la destrucción de la ciudad!

16 Como Lot todavía titubeaba, los ángeles lo agarraron de la mano, y también a su esposa y a sus dos hijas, y los llevaron enseguida a un lugar seguro fuera de la ciudad, porque el Señor tuvo misericordia de ellos. 17 Cuando quedaron a salvo fuera de la ciudad, uno de los ángeles ordenó:

—¡Corran y salven sus vidas! ¡No miren hacia atrás ni se detengan en ningún lugar del valle! ¡Escapen a las montañas, o serán destruidos!

18 —¡Oh, no, mi señor! —suplicó Lot—. 19 Ustedes fueron tan amables conmigo y me salvaron la vida, y han mostrado una gran bondad; pero no puedo ir a las montañas. La destrucción me alcanzaría allí también, y pronto moriría. 20 Miren, hay una pequeña aldea cerca. Por favor, déjenme ir allá; ¿no ven lo pequeña que es? Así no perderé la vida.

21 —Está bien —dijo el ángel—, concederé tu petición. No destruiré la pequeña aldea. 22 ¡Pero apresúrate! Escapa a la aldea, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí.

(Esto explica por qué aquella aldea se conocía como Zoar, que significa «lugar pequeño»).

23 Lot llegó a la aldea justo cuando el sol salía en el horizonte. 24 Enseguida el Señor hizo llover de los cielos fuego y azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra. 25 Las destruyó por completo, junto con las demás ciudades y aldeas de la llanura. Así arrasó a todas las personas y a toda la vegetación; 26 pero la esposa de Lot miró hacia atrás mientras lo seguía y quedó convertida en una estatua de sal.

27 Abraham se levantó temprano esa mañana y salió de prisa al lugar donde había estado en la presencia del Señor. 28 Miró al otro lado de la llanura, hacia Sodoma y Gomorra, y vio que subían columnas de humo desde las ciudades como si fuera el humo de un horno.

29 Pero Dios había escuchado la petición de Abraham y salvó la vida de Lot, a quien sacó del desastre que se tragó a las ciudades de la llanura.

Por lo general, es conocida esta historia por el nivel de perversión que tenía Sodoma y Gomorra.  También el foco suele ponerse en la esposa de Lot que se convirtió en estatua de sal o en lo asombroso de hospedar ángeles.

Sin embargo, hoy quiero poner la mira en tres principios claves que se desprenden de este relato para llevar una vida de Valientes-Dependientes en Dios:

A) AVANZAR A LO DESCONOCIDO
·  
·         El manejo de información de nuestra realidad no siempre es equitativo entre Dios y yo. Y eso está bien porque hace que nos arriesguemos.
Como maestra de inglés, muchas veces les dije a mis alumnos que para terminar un proyecto en clase iba a darles el tiempo equivalente a 3 canciones (sí, me gusta medir el tiempo áulico en canciones y no en minutos de reloj). Eso es lo que les dije a ellos, pero por dentro sabía que probablemente les daría el tiempo de 4 o 5 canciones. ¿Por qué? Porque se que si les digo el tiempo real que probablemente les conceda, no pondrán tanto empeño y esmero en realizar la actividad al pensar que "tienen mucho tiempo". 
·      Dios no nos tiene que dar toda la información para que decidamos avanzar o quedarnos.
·         Depende de nosotros decidir avanzar hacia la dirección que él nos marca, irnos del lugar que nos está pidiendo que abandonemos, huir del entorno que nos contamina hacia un lugar desconocido y correr hacia el próximo destino que Él tiene preparado para nosotros.
·         Quizás no sepamos a dónde vamos, ni qué tenemos que hacer, ni qué nos deparará allá. Pero sí sabemos que Dios conoce nuestro bien y todo lo arregla para nuestro bien.
·         Es más, aun en momentos en los que titubeamos como Lot cuando los ángeles le advirtieron, Él no nos deja ahí; nos da otra oportunidad, nos empuja, nos desafía; manda a ángeles a que nos agarren de la mano y nos lleven.
·         Pero aun así, depende de nosotros querer avanzar sin tener el 100% del control.
Leí una frase en la semana que decía: No tenés que tener los detalles de todo para decidir avanzar.
TE ANIMO QUE SEAS VALIENTE-DEPENDIENTE DE DIOS y avances a lo desconocido. No importa si vos no sabés ni entendés nada. Él sabe qué hace.

B) NO MIRAR QUÉ QUEDA ATRÁS

Acá podemos decidir tomar dos posturas:
·         La postura de las hijas de Lot: ellas dejaban a sus prometidos allá. Desde la perspectiva de las chicas saben lo que anhelamos un novio, una familia… no solo es una de nuestras mayores aspiraciones en la vida, sino que es un lugar de seguridad para nosotras. Saber que esa área de nuestra vida está cubierta nos da un margen de tranquilidad, ¿no? Cuántas veces en el día pensamos en el tema o oramos a Dios soñando despiertas con nuestro "idóneo"… Desde la perspectiva del hombre, dejar a sus prometidas atrás es dejar a sus compañeras, a las futuras madres de sus hijos, a sus amigas, a aquellas con las que tenían un proyecto en común…
Y pensando en el motivo por qué pierden a sus prometidos me doy cuenta que la frustración de ellas es peor: ¡los pierden por haber sido incrédulos! Lot, el suegro, los quiso salvar y ellos se le rieron en la cara.
Entonces, cargaban en sus espaldas no solo con el peso de haber perdido a sus prometidos, sino la intriga de saber quiénes eran las personas con las que ellas estaban comprometidas: ¿con hombres que dudaban?
Sin embargo, con todo esto en mente, las hijas de Lot obedecieron la voz del ángel y avanzaron hacia la tierra que Dios les había dado. Sus temores deberían ser inmensos, sus dudas sobre su futuro, su inquietud acerca del paradero de los hombres que dejaron atrás, PERO LA CONFIANZA EN DIOS FUE MÁS GRANDE QUE CUALQUIER COSA QUE PODRÍAN HABER DEJADO ATRÁS. Permanecieron fieles. No dudaron. Avanzaron.
·         La postura de la esposa de Lot: super distinta. Ella tenía al lado lo que más apreciaba: su esposo, sus hijas y la salvación de su vida misma. Sin embargo, el PASADO Y LA CURIOSIDAD FUERON MÁS FUERTES QUE EL DESTINO PREPARADO POR DIOS. Su seguridad y su comodidad estaba quedando atrás… pero ella no estaba dejando nada de valor (a diferencia de las hijas). Lamentablemente, su curiosidad y su humanidad fueron más fuertes que el llamado que Dios había predicho para ella. Y por desobedecer, por dudar, por su momento de debilidad humana se convirtió en estatua de sal.
Hoy te animo a que no solo avances a lo desconocido, sino que NO TE DETENGAS A VER QUÉ QUEDA ATRÁS. Siempre lo mejor está adelante. Y más cuando es DIOS QUIÉN TE SACA DE DONDE ESTABAS PARA MOSTRARTE UN CAMINO MEJOR.

C) NO MIRAR A LOS COSTADOS

Por último, tenemos la decisión de seguir el ejemplo de Lot o no.
·         Lot obedeció a Dios. Sacó a sus hijas y a su esposa de esa tierra llena de pecado y las llevaba a la tierra a la que Dios los guiaba.
·         Lot no miró para atrás. Pero tampoco miró al costado. Quizás si lo hubiese hecho, al ver que su esposa titubeaba, en el impulso por salvarla él también se convertía en estatua de sal. O peor, quizás su esposa lo inducía a que él fuese el que se diera vuelta. O en la desesperación de no ver a sus hijas a la par suyo quizás hubiese titubeado.
·         Pero los ojos de Lot estaban FIRMES EN LA META, CON LA PROMESA DE DIOS RESONANDO EN SUS OIDOS.
·         Yo creo que para Lot no fue fácil salir, dejar todo, mirar para adelante y avanzar sin importar nada. Sin embargo, lo que más, para no decir lo único, que nos sostiene en esos momentos es recordar aquello que nos fue dicho y proclamado por el Señor.
Bajando esto a nuestra realidad, ¿cuántas veces nos sentimos atraídos a hacer aquello que hacen nuestros pares? Moda, salidas, música, actitudes que se nos pegan, contestaciones, ocupaciones en el tiempo libre, humor, carácter, gustos…

Seamos como Lot, avancemos a lo desconocido, no miremos lo que dejamos atrás, pero TAMPOCO NOS DETENGAMOS A MIRAR QUÉ HACEN LOS DE AL LADO. Escuchemos la voz de Dios y que nuestros pasos sean conducidos únicamente por eso.


Para terminar, te animo a que decidas ser un VALIENTE que avanza, no mira el pasado, no mira a los costados y DEPENDE exclusivamente de Dios y de sus palabras de bien, de esperanza, de futuro para nuestras vidas. Dejemos de lado la vida temerosa, que se queda en su zona de confort y que es totalmente independiente de la mirada de Dios que sin dudas nos eleva a lugares inesperados.

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