Amistad

En el día de hoy quiero reflexionar sobre la amistad. Me desperté con algunos mensajes en el celular deseandome un "feliz dia del amigo". Algunos mensajes eran más extensos que otros y algunos hasta creo que más sentidos. Otros fueron enviados en cadena, como lista de difusión, pero hubo algunos más personalizados.

Entonces comencé a preguntarme cuántos de esos mensajes provenían de "amigos" con todas las letras. Aquellas personas con las que podés contar siempre, aquellas personas que son las primeras en enterarse de tus alegrías y de dolerse con tus penas, esos con los que podés compartir silencios que no se hacen incómodos, esos con los que podés ser vos sin miedo a ser juzgado, aquellos que te aconsejan bien, aquellos que conocen tus miserias y aún te aman...

Y mientras los dedos de las manos se me iban bajando al comenzar a contar a aquellas personas a las que de verdad considero amigos, vino una pregunta a mi mente que irrumpió y cortó mi meditación: "¿Y vos? ¿Te mostrás como esa amiga al otro?". 

Creo que en este día en vez de hacer la lista de quiénes te saluden y quiénes no, de cuántos quedaron  en el camino, de cuántos pensaste que eran tus amigos y en verdad no lo demuestran, debemos girar el puntero hacia nosotros. La vida no se trata de preguntar cuántos beneficios recibiremos, sino a cuántos podremos bendecir nosotros. Antes de pensar si tenés amigos, preguntate qué clase de amigo estás siendo vos. 

Que en este día comercial podamos mandar mensajitos a aquellos que pensamos que quizás no se lo ganaron, pero que tan bien les hará recibir algo de nuestra parte. En este día repensemos estrategias para desarrollar el carácter y las aptitudes que quisieramos que otros tengan con nosotros. Que podamos equilibrar la balanza de nuestra vida para que el tiempo invertido en cafés y salidas con otros pase a la categoría de prioritario, quedando de lado las cosas aparentemente urgentes. Aprovechemos a sacar la mirada de nuestro ombligo y mirar hacia adelante y hacia los costados para ver qué necesita el otro y cuánto puedo contribuir a hacerlo un poquito más feliz.

La amistad se trata de dar la vida por el otro, así como Jesús lo hizo por cada uno de nosotros. La amistad no es respuesta a una buena actitud como preludio de un intercambio de favores. La amistad se regala por amor. La amistad se ofrece independientemente de que el otro elija tomar mi mano o no. La amistad se trata de tender puentes y dar el primer paso para cruzarlos. Queda en la otra persona querer encontrarse a mitad de camino y adornar ese puente juntos. 

No te quedes en este día sin ser constructor de puentes. 
Da el primer paso.
Se iniciador de vínculos.
Quizás alguien está necesitando un gesto de amistad mucho más de lo que pensaste que lo necesitabas vos. No se lo prives. 

Entradas populares