Encontrarnos

¿Qué significa buscarnos en quien nos contiene completos?
Si la vasija algún día quisiese entender por qué fue creada, de donde vino, cómo se inspiraron para formarla, en qué lugar, etc., no haría más que recurrir a su alfarero. Si no tuviese acceso directo a él para hacerle ese tipo de preguntas, comenzaría por investigar quién su alfarero es, qué le gusta, qué lo inspira, cuáles son sus otras obras, cuál es el propósito con el que creó sus otras obras, etc.

Cuando nosotros queremos intentar responder algunas de estas preguntas existenciales, no hay mejor punto de partida que comenzar conociendo a nuestro Creador. Aquel que creó los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay, me creó a mi también. ¡Increíble y difícil de entender!

¿Cómo hacemos para conocer a Dios?
Creo que casi toda la humanidad tiene algún concepto creado de quién es Dios. La pregunta que deberíamos formularnos es si ese pre-concepto que hay en nuestra mente del creador del Universo es acertado o no. Si esta pregunta emerge o nos inquieta, es indispensable poder empezar nuestro camino procurando responderla. 

¿Cómo sabremos entonces que nuestra imagen de Dios es acertada? 
Conociéndolo por nosotros mismos. Basta de escuchar hablar de él. Basta de construir nuestras convicciones en base a las experiencias u opiniones de otros. 

¿Cómo puedo conocer a Dios de manera personal?
La buena noticia es que hay algo que nos diferencia de la historia de la vasija que cité anteriormente. ¡Nosotros sí tenemos acceso directo hacia nuestro Alfarero! Ese canal que nos conduce directamente a Él es la oración. Es una herramienta preciosa que tenemos a nuestro alcance en todo momento. No hace falta estar en un templo o en un lugar específico para poder hablar con Él. Tan solo elevando un pensamiento, una plegaria, una pregunta, Él escucha. 

Además, existe un libro de referencia para conocer a nuestro creador: la Biblia. La Biblia es un libro escrito por hombres inspirados por Dios. La vasija no puede preguntarle directamente sus inquietudes a su alfarero entonces decide investigar sobre Él. La Biblia nos hace conocer a Dios. Y cuánto más lo conocemos a Él, más nos querremos identificar con Él. Ahí comienza nuestro viaje eterno por ese camino que nos conducirá a querer ser criaturas semejantes a nuestro fiel y amoroso Creador. 

En este blog se publicarán experiencias que sirvan de pequeños puntapiés para acercarnos a un conocimiento mayor de Él. 

Tenemos una identidad y no cualquier identidad. Tenemos el ADN del cielo en nosotros.


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