Flechas

ISAÍAS 49:2 
"(...) y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba;"


El Señor nos pone en su aljaba como flechas. Hay flechas de todo tipo y color. Pero para que una flecha cumpla su propósito debe estar afilada. Para que esté afilada no solo debe estar en uso, sino constantemente puliéndose para no perder el filo.

Seamos saetas que ya estén listas y dispuestas para el momento en que el Señor decida usarnos. Que cuando llegue el tiempo de elegir a una y enviarla, no tenga que elegir a otra porque perdimos nuestro filo. 
¡Seamos flechas atentas a Su llamado!





Entradas populares